SENSACIONES PARANORMALES

HISTORIAS Y EXPERIENCIAS SOBRENATURALES

Las experiencias paranormales más terroríficas jamás contadas

Exponemos las situaciones más raras y espeluznantes que han vivido: desde risas fantasmales a ángeles de la guarda.

Es fácil ser escéptico sobre lo paranormal, pero quizá leyendo estas historias, hasta los más incrédulos podrían convencerse de la veracidad de estas experiencias. Un nuevo programa de 'FM CON VOS' donde se pide a los usuarios que revelaran la más aterradoras historias sobrenaturales que hubieran tenido, ha destapado algunas de las exposiciones más horribles de los últimos tiempos. El mensaje fue marcado con una etiqueta donde solo se aceptarían respuestas serias y que pudieran ser "demostrables", lo que lo convierte en mensajes aún más espeluznantes.

Mientras que algunos usuarios adelantaban historias pavorosas o malas experiencias, otros dijeron que estaban agradecidos por los entes que afirman haber encontrado.

Entes buenos

"Cuando era pequeña, tendría más o menos 6 o 7 años, fui con mi madre a visitar a una tía suya. Estaba aburrida como cualquier niña visitando a gente mayor, así que decidí ir a la segunda planta por mi cuenta y jugar por allí. Subí y me encontré ese gran balcón, con altas puertas corredizas de vidrio, y unas cortinas flotantes y frágiles sobre ellas. Decidí que sería divertido girar debajo de ellas, y luego caminar para que recorrieran mi cara como un velo. Cosas de niños pequeños. El problema era que esas cortinas estaban pegadas a las escaleras y no había barandilla. No había nada que hacer, una dura caída por esas escaleras hubiera sido más que doloroso, pero no pensé en ello mientras jugaba.

Sentí que una mano me agarraba la parte de atrás de la camiseta, lo suficientemente fuerte para que yo dejase de caminar

Comencé a girar de nuevo bajo las cortinas, sin poder ver nada y empecé a andar. Entonces sentí una mano que me agarraba la parte de atrás de la camiseta, lo suficientemente fuerte para que yo dejase de caminar, de repente sentí otra mano muy diferente a la otra que tiraba hacia atrás de la cortina que tenía puesta sobre la cara, dejando ver que yo estaba justo en el borde de las escaleras, a punto de caer.

Cuando me giré, pensando en que había sido mi madre o su tía las que me habían agarrado, vi que estaba yo sola en aquella habitación, que no había nadie, nada. Así que me asusté tanto que bajé las escaleras gritando. Fue entonces cuando la tía de mi madre decidió contarme que hacía unos 80 años, una mujer, a pocos días de su boda, perdió la vida en el segundo piso. Nunca le hacía daño a nadie, pero a veces la veían junto a la ventana mirando hacia fuera, o paseando por la planta de arriba. La verdad que le doy las gracias por ayudarme y no dejar que me rompiese la cabeza por las escaleras, pero recuerdo que siendo una niña me asusté mucho".

"Mi bisabuela murió cuando yo tenía 7 años. Nos llevábamos genial y nos queríamos muchísimo, además vivíamos muy cerca. Siempre olía a jabón perfumado de limón y era mi olor favorito. Cuando murió me costó conciliar el sueño durante una temporada y mi padre me cantaba para consolarme y dormir. Una noche olí algo de limón y me quedé dormida. No lo había vuelto a sentir desde hacía ya un año, cuando ella falleció. Sentía una mano en mi espalda que me tranquilizaba y el olor volvía cada noche para calmarme. Resultó que mi padre puso en el respiradero una barra de jabón igual que la tenía mi bisabuela, aunque no me lo contó hasta mucho tiempo después. También le conté lo de la mano en mi espalda y él me confesó que mi tatarabuela solía hacer lo mismo por él hasta que lograba dormirse. No sé quien era, si mi bisabuela o tatarabuela, pero lo sentía cada noche y me ayudaba a descansar".

La abuela de mi amigo asegura que escucha a menudo caminar por la casa a su marido fallecido

"La abuela de unos amigos estaba de viaje y nos pidió que comprobáramos cómo estaba su perro. Un supuesto pastor alemán cariñoso que saltaría de alegría al vernos llegar. Fuimos hacia allí y para nuestra sorpresa no había ningún perro que acudiese a la puerta. No creímos que fuera raro y empezamos a buscarlo. Comenzamos a llamarlo, escuchando pasos corriendo por las escaleras. Pensamos que algún familiar podría estar allí y llamamos a la dueña para asegurarnos, pero ella afirmaba que no era posible. Escuchamos más pasos, esta vez subiendo por las escaleras y sugerí llamar a la policía por si estuvieran robando, pero mi amigo me dijo que primero debíamos comprobarlo.

Mientras íbamos hacia las escaleras, escuchamos una especie de campana, y mi amigo me explicó que el perro tenía una y que probablemente fuese él. Teníamos miedo pero acabamos subiendo a la segunda planta. Allí encontramos a Jake, el perro, que estaba temblando y muerto de miedo. No conseguimos que se moviese, él solo miraba a las escaleras. Buscamos por toda la casa y no había nada ni nadie. La abuela de mi amigo asegura que aquel día era su marido fallecido y que lo escucha muchos días caminar por la casa".

¿Viaje astral?

"Me desperté y vi a mi novia subir con el gato por las escaleras, nos habíamos quedado dormidos viendo una película, pero al girar mi cabeza hacia la derecha, mi novia estaba junto a mí, dormida. El gato se las había arreglado para subir solo, pero ¿Quién era la otra chica? ¡Qué perturbador!

"Estaba un día echándome la siesta con mi chico en casa. La habitación esta llena de espejos. Me desvelé y en uno de ellos, vi como él estaba de pie. Lo llamé reclamándole en la cama, y su contestación vino fue a mi lado, estaba tumbado junto a mí, pero yo seguía viendo esa figura/sombra masculina en el reflejo del espejo. En el mismo momento, se lo dije y él también lo vio. Los dos vimos aquella extraña sombra frente a nosotros".

Cosas extrañas

"A principios de los años 90 trabajé en un periódico semanal a tiempo parcial escribiendo anuncios. La noche antes de entrar a trabajar tuve un sueño donde una señora me decía: "Hola soy Marcela Scorial" y charlábamos un rato. Cuando desperté me dije a mí mismo que había sido muy raro pero no le seguí dando importancia. Recordaba el apellido de la mujer de mi sueño porque recordaba a un hombre anciano miembro de mi comunidad que lo tenía. No le conocía de nada, pero el apellido era bastante raro e inusual. Cuando llegué a trabajar y comencé mis tareas semanales, tres hombres bastante serios entraron y quisieron hablar con el editor y propietario. Se metieron en la oficina, hablaron durante un rato y se fueron. Cuando mi jefe salió a comentarnos que teníamos que hacer un obituario sobre la esposa de Sebastian Scorial, llamada Marcela, casi me da un infarto. Yo no conocía a esa señora, ni siquiera sabía que Sebastian estuviera casado, fue algo realmente raro".

Escuché como mi madre (que estaba en otra planta) gritaba mi nombre. Cuando bajaba a preguntar qué pasaba, me respondía que no me había llamado.

"Una vez estaba con mi madre visitando a una amiga. Tendría como ocho años en ese momento. Mientras jugaba con algunos juguetes y ella hablaba con su amiga, una pelota, como de clase de gimnasia, empezó a rodar por las escaleras y se detuvo en la habitación en la que estábamos. Los tres nos paramos y la miramos durante unos segundos hasta que el balón empezó a volar por la habitación y rompió una ventana. Salimos corriendo muy rápido de esa casa".

"Esta historia me la contó mi madre porque era muy pequeño cuando pasó. Estaba en mi cuna cuando la desperté gritando, no llorando. Me había encontrado en la esquina apuntando a la pared. Se apresuró, me agarró y me llevó a dormir con ella. Una hora después, decidió llevarme de nuevo a mi cuna, tal cual me dejó, desperté y empecé a gritar otra vez y a señalar la misma esquina. Dijo que era lo más espantoso que ella había visto jamás".

Casas encantadas

"Estábamos celebrando una fiesta de pijamas en casa de unos amigos que viven en un pequeño palacio de 1900. Sus hermanos siempre decían que veían una señora en el sótano pero yo siempre pensé que eran historias para meternos miedo. Una noche me desperté porque alguien hablaba muy fuerte en la cocina y vi que mi amiga no estaba durmiendo así que pensé que habría bajado para preparar el desayuno o comer algo (aunque ella realmente estaba en el baño, y yo no me di cuenta en ese momento).

Mientras caminaba por las escaleras, las voces se hicieron más fuertes, se podía oír la conversación y oler los huevos y escuchar chisporrotear el bacon, pero cuando llegué todos esos sonidos desaparecieron, aunque no el olor. Entré en la cocina y todas las luces estaban apagadas yel fuego frío. Cuando estaba subiendo las escaleras vi como mi amiga salía del baño. Le conté lo sucedido y me dijo que quizá estaba soñando. A la mañana siguiente, sin que mi amiga le dijera nada a su hermano, porque había estado conmigo todo el rato, él nos regañó por haber hecho tanto ruido en la cocina durante la noche. Esa casa me daba miedo, pero realmente son ellos quien arrastran al ente. Se han mudado a otra y lo que hubiera se ha ido con ellos, ya que varias personas que no saben nada de la mujer del sótano, aseguran haberla visto y describir cómo nos mira".

"Toda mi infancia he vivido en una casa antigua, aunque más o menos reformada, que pertenecía a mis abuelos. Pasando por la habitación de mis padres podías encontrar otra subiendo un par de escalones a la que llamábamos "la cámara", ya que su función anterior había servido para guardar cereales. Allí tenía todos mis juguetes, monté mi propia sala de juegos. Solía pasarme las tardes enteras allí con la puerta cerrada, podría decirse que era una especie de desván. Mientras jugaba, escuché varias veces como mi madre (que estaba en la planta de abajo) gritaba mi nombre como si necesitara algo. Cuando bajaba a preguntar qué pasaba, ella me respondía que no me había llamado. Esto me pasó varias veces".

© 2013// Nacionales e Internacionales
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar